sábado, 28 de junio de 2008

Das Fußballwunder geht weiter!

Estoy sin tiempo para postear pero no quiero dejar pasar la fecha, ya que mañana es la final de la Eurocopa, y ya tengo todo listo: grupete multikulti futbolero, mesas reservadas en Biergarten, chelas y snacks para los previos al partido y bandera alemana claro. La semifinal la vi en la Uni en el Kaserne Gebaude con la gente de la Fachschaft, tutores, colegas y colados, en medio de un griterío sin precedentes.

Los alemanes ganaron, pero el espíritu turco no había sido vencido, con medio equipo inhabilitado para jugar, los alemanes pudieron hacer más, pienso. Y en medio del campo había un jugador alemán "boca-abierta" dejando pasar las bolas durante todo el juego. Qué odio.

Aquí un video de las celebraciones posteriores, que fueron controladas por la policía. El centro de juerga, Steintor, hacía donde los autos y fanáticos se dirigen normalmente fue cerrado, para evitar disturbios. Así que no hubo mucha fiesta esta vez y hasta donde sé, no hubo pleitos ni cosas graves que lamentar.

Das Ziel ist nicht mehr fern!


Aquí una fotito mía de mi, como me voy vestir mañana, noten los detalles:


Bis morgen!

viernes, 20 de junio de 2008

Deutschland vor, noch ein Tor!

Alemania es “mi país” anfitrión y ahora está en la semifinal. En una escena de la película, Esther le dice a Ben Hur: “tenía esperanza, aunque poca fé”. Eso tenía yo, debo reconocerlo. Yo hincho por Alemania, natürlich. Pero pensaba que el cuero de Ronaldo jamás iba a permitir que los saquen de la carrera (como si el solito fuera el equipo). Hoy todo suena a schönen guten Morgen con una sonrisa de oreja a oreja y encima hay un sol esplendoroso.

Voy a dejar de hinchar por Alemania y voy a decir porqué. Los alemanes tienen dos problemas existenciales que se pueden resumir en uno: no controlan sus emociones. Cuando pierden se deprimen como si hubiera sido la muerte, y cuando ganan se sienten los campeones aunque haya todavía un largo trecho por delante (el más difícil). Son incapaces de reaccionar en la medida de la situación y a la altura de las circunstancias. Hoy salió en la tele en ese magazin de la mañana que dan en ZDF y que aún no me se el nombre, un conductor calabazo cuyo nombre tampoco me se, diciendo que Alemania es fast Europas Meister. (qué?!) Y los comentaristas deportivos ya están hablando que la final va a ser (y lo dicen con una seguridad) entre Alemania y Holanda. Ok, Alemania puede volverse campeón europeo si son los mejores, pero los aires triunfalistas se los pueden guardar para la final, si llegan, porque primero hay que llegar.

Aún falta saber contra quién van a jugar y eso se define hoy. Puede ser Croacia o Turquía, y aunque me guste Alemania, yo le tengo fe al espíritu turco. Y si los turcos ganan contra Croacia, yo quiero ver el partido siguiente. Y si vuelven a ganar, quiero ver las caras de todos los Schneider.

Cuando Alemania perdió contra Croacia, parecía que había sido el fin de los fines, el más trágico. La gente se desmoralizó mucho y muy profundo, hasta se quitaron las camisetas y no se veían tantas banderitas en los autos. Y ahora que ganaron contra Portugal, están todos locos sintiéndose campeones mundiales.

Igual ayer los alemanes hicieron su despelote en la calle, más grande que el de los turcos. Si google video se digna a procesar mi video, lo publico luego.

Estoy esperando el próximo partido y tengo miedo. Los turcos pueden acabar con la ciudad. O no.

Mal sehen.

Update - Es ist nicht zu fassen!

Das war Weltklasse. Diese Turken ganaron muy lindo, como siempre voltearon el partido en el último minuto y lo hicieron emocionante. Sie waren schon geschlagen und sie sind doch noch zurück gekommen! Los croatas lloraron y conmovieron mi corazón.


Anoche diese Turken acabaron con la ciudad, la celebración duró hasta casi las dos de la mañana. Alisto mis bocinitas y me divido en dos para el próximo partido.

Aquí la celebración, una vez más.

Die Turken kommen immer zurück!

viernes, 13 de junio de 2008

Herzlich Willkommen Sport!

Los viernes hago Feierabend a las 9:30 de la mañana, después de mi clase de Fotogrammetrie und Geoinformation. De morirse, porque empieza a las ocho y solo somos 4 alumnos escuchando a un experto hablarnos de Kataster Herstellung y cosas que deberían ser tomadas como más interesantes, porque en verdad lo son, pero que por la hora y el día solo nos hacen dormir.

Después de esa clase, me despierto, voy a casa y veo horas interminables de tele, para mejorar mi comprensión oral del alemán. Veo desde un talk show de lo peor que dan como a las diez ni se en qué canal –hoy salió un gay diciendo que tenía que operarse la cara indefectiblemente porque quería verse más joven y que las cremas no le funcionaban más–, los magazines que duran hasta media mañana, y ahora estoy viendo la conferencia de prensa que Joachim Löw, Bundestrainer, está dando vía n-tv en vivo nach dem Spiel gegen Kroatien. Atroz.

Como en todos los países el tema del fútbol es la misma cosa. En la tele hablan como cinco días de cualquier partido y miran y remiran las jugadas y los goles, y analizan, y despiertan amores y odios y alegrías y frustaciones incontroladas. Ahora el tipo está diciendo que todos los equipos cometieron errores (no solo Alemania), y que en adelante hay que zu focusieren –me suena conocido el discurso.– Pero el tema central en Deutschland es obviamente Deutschland. A mí eso del fútbol no me compromete mucho. Con el fútbol de mi país me desengañé y aprendí a no comprometerme, Got sei Dank. Siempre fui fan a muerte de Brasil y en el último mundial cagaron, esa fue la última. Y a Argentina, a la que hincho en segundo lugar la sacaron los alemanes. En esa época yo trabajaba como con 10 argentinos que se quedaron picones por el resto de su vida y ya estaba harta de oírlos rajar de Lehmann y su papelito. El fútbol es cosa de locos.

Los alemanes se quedaron tristes ayer y en masa, cabizbajos y mudos en el patio que esta entre la facu y la Mensa con su pantalla LCD de un montón de pulgadas. Para coronar la tarde, apenas acabó el partido automáticamente llovió. Gris, gris, gris. Ahora todo suena a “ja, ganz klar”, “selbstverständlich”, “sich konzentrieren” und so weiter.

Un alemán me dijo que no estaba tan mal la cosa, porque si ganaban hubieran podido quedar primeros en el grupo y tener que jugar contra la Turquía de su corazón que podría quedar segunda en el otro grupo. Y la Stimmung entre turcos y alemanes no es lo mejor que he visto. Los turcos ganaron contra Suiza el miércoles y celebraron hasta morir, hicieron (y hacen) las bullas más grandes jamás vistas (por mí) en este país de la no-bulla. Los alemanes ganaron contra Polonia –partido que generó controversias per se, primero porque el Lukas Podolski es polaco de nacimiento y nacionalizado alemán y le hizo los goles al país donde nació y segundo porque Polonia es Polonia y ya sabemos cuál es la historia– y tocaron las bocinas de sus autos por unos 2 minutos. Y acabó. Los turcos hicieron como dos horas de bulla y no me dejaron dormir.

Ni modo. Aquí un videito de la celebración, Aufnahme desde el balcón de mi casa.

Seguiré reportando.