martes, 18 de diciembre de 2007

Ja, so ist halt das Leben

Ya he dicho en este post cómo esta conformado el grupo de extranjeros que estudiamos la maestría. Solo Venezuela no participa más del curso y China ocupó el lugar del sudamericano desertor. Solo podía ser China, oder?

Ha sido una experiencia completamente nueva y sorprendente conocer gente de África y Asia. Ha sido difícil comprenderse, no sólo porque ninguno habla bien un idioma común (los que al inicio hablaban alemán no hablan inglés, y los que hablaban inglés no hablaban alemán), sino también porque las diferencias culturales son grandes y difíciles de llevar.

Es cierto que todos procedemos de países en desarrollo, y que la oportunidad que tenemos es en todos los casos bastante grande, pero a pesar de eso es difícil meternos en un solo saco a todos y valorar nuestras necesidades de la misma forma.

Somos 8 becarios en el grupo y desde nuestra llegada hubo hechos que llamaron mi atención. Luego empezamos a convivir 7 horas diarias durante 4 meses, y dichos sucesos se incrementaron. Cuando llegaron los tres muchachos etíopes al aeropuerto de Hannover, yo estaba ya en Alemania unos cuatro días, y fuimos a recogerlos para darles la bienvenida y acomodarlos. La primera cosa que me sorprendió hasta el infinito, es que llegaron con una “maleta” del tamaño de un maletín de mano, así como lo que permiten en los aeropuertos y NADA MÁS. Yo había pensado meses para poder decidir que elementos iban a conformar los 20 kilos de mi equipaje y había armado y desarmado la maleta unas 50 veces tratando de encontrar la mejor combinación de cosas imprescindibles, y tratando infructuosamente de que 20 kilos mágicamente se volvieran unos 100.

Un día de agosto, un etíope me dijo: “yo no compro nada más que comida”. Die Aussage me dejó boca abierta literalmente, porque ya estábamos casi al final del tercer mes en Alemania, y yo ya había comprado almohadas, sábanas, artículos de escritorio, platos, cubiertos y ollas, una batidora-licuadora-amasadora para mis pasteles, y un sinfín de productos que consideraba imprescindibles para mi supervivencia. Después compré un TV, y una tostadora para desayunar, un burrito para tender mi ropa y no dejarla en el tendedero comunitario, y etcétera, etcétera, etcétera. Sin contar con que yo llegué aquí con mi propia laptop.

Luego empezó la maestría oficialmente. Y una cosa más sucedió: Nos tocó hacer una propuesta de la envergadura de un estudio de suelos para una estación de bomberos y cosas aburridas que no vienen al caso. Una parte del trabajo era estimar la estratificación del suelo encontrado según el sondeo, determinar el tipo de suelo y representarlo gráficamente de acuerdo a la DIN. En resumen: había que colorear los perfiles. Los africanos se rehusaron a comprar lápices de color. Ellos son cuatro y todos usaron el material ajeno.

Luego, un día en la cocina, la esposa del vecino nepalí limpió el fondo engrasado de su olla con el tapiz de la silla en la que nos sentamos todos los Mitbewohner del piso en este Wohnheim, y estábamos todos presentes. Quiero decir, que a ella no le importó, o no se interesó, o no considera que mantener las cosas comunitarias limpias, es una señal de respeto hacia los demás.

Me sorprende el talento natural que tienen los africanos y asiáticos para aprender un idioma como el alemán. Hablan el idioma oficial de su país, y dos o tres dialectos, por eso pienso que tienen una disposición natural para aprender lenguas. De igual modo, los asiáticos captan los conceptos y relacionan las ideas sin mayor trabajo, son reflexivos, nada problemáticos, muy sumisos, no pierden una clase, y estudian los sábados a las 9 de la noche. Y los africanos también, pero a estos últimos les gusta tener la razón (como a mí). Otra cosa que me sorprende, es que los africanos y asiáticos solo forman grupos de más africanos o más asiáticos, y generalmente, no entablan amistad con otros grupos étnicos.

Los sudamericanos somos los más problemáticos, los que más fiesteamos, los que más viajamos, los únicos que nos embriagamos hasta morir, los que menos estudiamos, los que más problemas tenemos con el alemán, los que a más gente conocemos, los que a más alemanes conocemos (eso es algo difícil por estos lares), los que gastamos el dinero en mayor medida, los únicos que faltamos a clase sin dolor de conciencia, los que mejor nos adaptamos a la nueva vida y los que menos regresamos a nuestro país de origen.

Todas estas diferencias, me hicieron querer saber porqué mi colega africano solo compra comida, porqué un asiático viene casi siempre con su esposa y porqué un sudamericano es vago, así que me metí en wikipedia para investigar su situación demográfica. Me fije en los siguientes parámetros: % de la población en extrema pobreza, número de hijos por mujer, esperanza de vida, deuda externa, % de población alfabetizada, mortalidad infantil, y el coeficiente intelectual promedio de la población.

Como se obtienen estos parámetros, no se y por ahora no tengo tiempo para informarme. Pero, esto es lo que encontré:

PaísPoblación en extrema pobreza (%)Hijos por mujerEsperanza de vida (años)Deuda Externa (million US$)Población alfabetizada (%)Mortalidad infantil (c/1000)IQ
Etiopía77,85,1052,9278941,586,963 - 80
Benín73,75,0856,7160033,698,0sin dato
Nepal68,54,0163,8334048,653,964 - 78
Honduras44,03,4870,2558780,028,2sin dato
Bolivia42,22,7665,6591686,545,6sin dato
Perú31,82,4671,42793087,721,241 - 90
China46,71,7573,030560090,523,0100 - 120


La población total de los países pueden buscarla también en wikipedia, si les interesa. Yo no soy una persona con la capacidad o el conocimiento para hacer análisis económico-socio-cultural, ni quiero hacer un ensayo sobre la realidad del mundo en el que vivimos. Solo me interesan las diferencias. ¿Por qué yo me como un helado de barquito que cuesta un euro y medio (osea 6 soles) sin dolor de corazón, y por qué otro que disfruta de la misma cantidad de dinero que yo ni siquiera lo piensa?

De acuerdo con la tablita, los sudamericanos somos los menos inteligentes, los más endeudados, los menos pobres (!), y los que mejor vivimos, paradójicamente. Entonces es que para no ser tan pobre, hay que tener deuda externa?

Y si eres muy pobre, nadie quiere prestarte plata?

lunes, 3 de diciembre de 2007

Oh, du süße Weihnachtszeit!

Hubo un tiempo en que mi corazón estaba confundido y por eso odiaba la Navidad. Pero ese tiempo pasó hace tiempo también y ahora disfruto de la Navidad como nunca. Cada vez que tengo la oportunidad de viajar a alguna parte del mundo, me gusta involucrarme con la gente, hablar, comer sus comidas, cocinarlas, practicar sus costumbres y disfrutarlas, y si no puedo al menos quiero ser testigo de todo eso.

Aquí en Hannover, trato de hacer todo lo que puedo: hacer grill en el lago en verano, ir en bici a todos lados cuando hace buen tiempo, disfrutar las fiestas de la calle, escuchar la radio alemana, ver los programas alemanes, comer toda la comida alemana que tengo a mi alcance, y en este tiempo lindo porsupuesto, me encanta el Weihnachtsmarkt para tomar un poquito de Glühwein, comer Keks con abundante azúcar impalpable, y quien sabe, por ahí un poquito de Brötchen con cerdito, mmm, pero solo un poquito para no salir de la línea (recta).

El Weihnachtsmark me encanta. Hay tanta comida, dulces, regalos, baratijas, gente, bulla, luces, árboles, y sobretodo un espíritu de Navidad cautivador. Es cierto que hace un frío terrible, que llueve cuando menos uno lo espera, que los vientos del Atlántico y de la Siberia se reúnen en el Norte de Alemania y por eso hay días húmedos y días secos, pero la Navidad es la Navidad y estoy muy feliz de vivir esta época aquí. Solo quiero que la nieve duradera llegue pronto! Comparto con ustedes unas fotitos de lo que viví hoy.

Ich wünsche Euch von Herzen eine frohe Weihnachtszeit!


Yo, disfrutando de un Glühwein

Baracke de Currywurst & Pommes

Baracke de dulces!

Baracke de Glühwein & Bier