viernes, 2 de noviembre de 2007

Amsterdam unbegrenzt

Endlich. Después de planear casi 3 meses el viaje, fui a Amsterdam. Desde Hannover se puede ir fácil en tren, en realidad se puede ir desde Polonia, pasando por Berlín, Hannover, Hengelo, y demás pueblos, pero desde Hannover el viajecito dura solo 4 horas.

Amsterdam es una ciudad loca y encantadora, con gente loca y encantadora, gente definitivamente capitalina, sociable, abierta (y cómo!), expresiva y feliz, una ciudad pluricultural como nunca vi.

Amsterdam esta ahí, con el Amstel en el medio, con sus canales lindos, las casitas barco, las flores, las vigas salientes en los techos para el gancho de la mudanza, los museos, los edificios inclinados, y millones de bicicletas.

Amsterdam esta ahí con sus barcos-hotel, barcos-casa, barcos-tienda y barcos-quien-sabe-que-cosa, sus agencias turísticas, y montes de músicos tocando y fumando en la calle.

Amsterdam esta ahí, siempre con su olor a marihuana por todos lados y sex-shops por todos lados.

Amsterdam esta ahí, con sus putas en el Red Light District, exhibiéndose sin pudor, y con fulanos negociándolas.

Amsterdam está ahí, con miles de coffeshops, bares gays, bares heterosexuales y Heineken a rabiar.

Amsterdam me sorprendió, me agarró fría.

Amsterdam es lindo y está ahí.

Vuelvo para disfrutarlo de verdad, y terminar de salir de mi asombro provinciano.

Dank je wel!

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