
El tema es que terminamos de almorzar y toda la jarana, y salimos del sitio en un taxi. Y fuimos por Conquistadores hasta el Óvalo de Juan de Arona y ahí se suponía que el conductor debía regresar por Camino Real para seguir su camino hacia Surco, mi amado distrito. Pero el problema fue y será siempre que hay un semáforo en ese óvalo y jamás se puede llegar ahí y tener movilidad. El semáforo demora mil años, el tráfico se pone lento, y por eso es uno de los lugares donde trabajan muchos vendedores ambulantes de libros, CD’s y demás artículos de valor menor a S/.5.00, complicando la situación.
Mientras estaba detenido el taxista, apareció por la ventana un discapacitado. El señor no tenía brazos, y se acercó a pedir dinero. El taxista como siempre, dijo que no tenía sencillo, que a la vuelta le “colaboraba”, y esas clase de frases que quizá intentan no dejarte sin esperanza.
Entonces yo hice la pregunta de rigor:
- “ Entonces, si le dan dinero, ¿cómo hace para recibirlo?”
- “ Eres cruel.”
2 comentarios:
no es que sea cruel... es una pregunta bien puesta.. si no tiene brazos como lo recibe?... y si se le pone en el bolsillo... como se lo saca del bolsillo... y para contar como hara... osea hay otra persona que esta escondida ahi por la esquina esperando a que le den dinero al manco. hmmmm.. total lo explotan al toque.. muy mal muy mal..
El Gran RacuRock
jajajajajajj... que gracioso tu final, sabes, ese tipo de humor negro a mi me encanta, a veces uno hace ese tipo de bromas crueles, pero no por malo o mala, sino que HAY QUE HACERLAS, o sea, se caen de maduras -como dicen-. Ahorita estoy aburrido en mi trabajo esperando que se ejecute un proceso y me metí a tu blog a distraerme, me gustó la historia.
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