miércoles, 8 de agosto de 2007

Sense and sensibility

Hoy me estaba acordando de un hecho que estaba medio olvidado en mi cabeza y que me hizo reír un poco. Se trata de uno de los viajes de mi viejo a Lima, cuando yo era parte de la población económicamente activa. Recuerdo que lo invité a almorzar al Señor Limón en San Isidro, cerca del Centro Empresarial. Es que ese bufete del Señor Limón me pareció siempre genial. Sobretodo los langostinos arrebozados con ajonjolí y una salsa de naranja alucinante. También me gustaba el sitio porque siempre había arroz con pato del que me servía ingentes cantidades (al parecer dicho bicho no es muy común para los paladares capitalinos). Y otra cosa que moría por comer ahí era el ceviche con una crema que llaman parmesana, o algo así, más rico y más barato que en el Segundo Muelle. En fin.

El tema es que terminamos de almorzar y toda la jarana, y salimos del sitio en un taxi. Y fuimos por Conquistadores hasta el Óvalo de Juan de Arona y ahí se suponía que el conductor debía regresar por Camino Real para seguir su camino hacia Surco, mi amado distrito. Pero el problema fue y será siempre que hay un semáforo en ese óvalo y jamás se puede llegar ahí y tener movilidad. El semáforo demora mil años, el tráfico se pone lento, y por eso es uno de los lugares donde trabajan muchos vendedores ambulantes de libros, CD’s y demás artículos de valor menor a S/.5.00, complicando la situación.

Mientras estaba detenido el taxista, apareció por la ventana un discapacitado. El señor no tenía brazos, y se acercó a pedir dinero. El taxista como siempre, dijo que no tenía sencillo, que a la vuelta le “colaboraba”, y esas clase de frases que quizá intentan no dejarte sin esperanza.

Entonces yo hice la pregunta de rigor:

- “ Entonces, si le dan dinero, ¿cómo hace para recibirlo?”
- “ Eres cruel.”

2 comentarios:

RacuRock dijo...

no es que sea cruel... es una pregunta bien puesta.. si no tiene brazos como lo recibe?... y si se le pone en el bolsillo... como se lo saca del bolsillo... y para contar como hara... osea hay otra persona que esta escondida ahi por la esquina esperando a que le den dinero al manco. hmmmm.. total lo explotan al toque.. muy mal muy mal..

El Gran RacuRock

[ [EBP]] dijo...

jajajajajajj... que gracioso tu final, sabes, ese tipo de humor negro a mi me encanta, a veces uno hace ese tipo de bromas crueles, pero no por malo o mala, sino que HAY QUE HACERLAS, o sea, se caen de maduras -como dicen-. Ahorita estoy aburrido en mi trabajo esperando que se ejecute un proceso y me metí a tu blog a distraerme, me gustó la historia.