viernes, 11 de junio de 2010

Das größte Comeback Mariams

Ok, volví, se me acabó la ciclotimia.

Resolví volver a escribir porque:

No da para haber mundial y no escribir en el blog. Tendría que mudarme a algún otro planetita o galaxia cercana.

Y eso que mi país no va al mundial hace más de... de... (contando...) 24 años. La última vez que Perú fue al mundial yo tenía 6 años y en ese año mi papá compró a crédito nuestro primer televisor a color último modelo carísimo de la Sony con control remoto sólo para ver la descalificación en apenas la primera fase. Estoy hablando de 1986 (si alguien conoce la historia completa, se agradecen informaciones complementarias).

Demás está aclarar que toda mi familia y yo hinchamos en primer lugar por Brasil, en segundo lugar por Argentina, y si los dos fueran eliminados (cosa que ni Dios, ni los espíritus que me bajan los posters del cuarto en la noche permitirán) hinchamos por cualquier sudamericano en carrera, y si no quedara ningún sudamericano/latino en carrera yo hincho por Alemania. Así es gente. Primero, lo primero, porque no me olvido de mis montes, ni del indio Mayta, ni de volver a los 17 después de vivir un siglo.

La casita completamente abarrotada de chelas, coca cola, bocaditos, tele en la sala, banderitas y todas las porqueriítas chinas, banales y contaminantes que se requieren para dejar la celebración más simpática y digna de recordar.

Así las cosas, me retiro indicando que aposté a que México ganaba a Sudáfrica, con lo que mis apuestas ya empezaron perdiendo plata.

En mi casa el fútbol es como la política o la religión: todo termina en discusión acalorada. Si tuviera que ir a terapia tendría que empezar así:

"Hola, soy Mariam, y provengo de una familia desquiciada por el fútbol".

WAKA WAKA gente.

Feliz Mundial Sudáfrica 2010!