sábado, 3 de enero de 2009

Alle Wege führen nach Rom

Si. Me pegué una semana de Vacanze Romana y todavía estoy medio destruida. Es algo así como que me dio un ataque por Roma, como cuando quieres algo porque quieres sin razón conocida. O tal vez porque no sabes o no has comprobado que Roma es la ciudad y toda la cosa histórico-cultural. Y así en medio de emoción y berrinche me fui el 26 de diciembre y volví el 2 de enero. Otra vez trenes y aviones de ida y vuelta, otra vez pan con queso y un alberguito alejado de la ciudad para ahorrar. Es cierto que nadie le quita a uno lo bailado, pero debo decir que esta vez casi he muerto. He caminado 6 días por la ciudad, he pasado frío, me ha caído la lluvia, he comido mal y dormido poco y así a medio cuerpo recibí el 2009 con un espumante de dos euros cincuenta, con vasos descartables, entre italianos y kirguises, un il vero panettone italiano, 12 uvas para no romper con la tradición y una fatiga crónica.

Que las monjas no estaban tan locas cuando me hicieron estudiar año por año Historia Antigua, del Perú y del Mundo, y que tampoco se equivocaron en enseñarme Botánica en primero de media, Zoología en segundo, Química en tercero, Anatomía en cuarto y Física en quinto, aunque la currícula no era la que el estado había aprobado. Que leer la Eneída, la Ilíada y la Odisea no ha sido tan inútil. Que los curas de la Uni tampoco se equivocaron al hacerme estudiar a los etruscos, griegos y romanos. Que tampoco se equivocaron en hacerme estudiar Historia del Arte y Filosofía y un poco de Teología. Que esas enciclopedias rojas del año del cometa que mi papá trajo un día hace tantos años que ni me acuerdo con toda la mitología del mundo eran buenas. No estaban tan locos como yo pensaba. Todo estaba ahí, en los museos de Roma y si me sentí burra pero no tanto.

Antes de un viaje como ese, en el que voy a caminar kilómetros y kilómetros diarios, entro en el Google Earth, estudio la ubicación del hostel con respecto a los lugares históricos y hago un plan. Miro el reporte del tiempo y determino los días que entraré a los museos. Busco el Fahrplan de la ciudad y la ubicación de las estaciones estratégicas. Un poco controlada la cosa pero de otro modo no se puede aprovechar al máximo. El tema es que Italia esta en Europa y claro que uno supone que toda la Unión Europea debería funcionar igual o por lo menos similar, pero el sistema y la movilidad italianos son… son… son… ¡no hay!. Entonces los planes que uno hace con todo cuidado se van más o menos al carajo.

En fin. Después de seis días de tanto Foro Traiano y Romano, portal de fulano y mengano, fontana y puente, basílica y museo, de tanta pizza y tanta pasta, de tanta Polizia lista para contrarrestar cualquier turista con arrebato anticultural, de tanto grito y de tanta gente, y de tanto retraso y de tanto Giacomo, me tocó volver a Alemania casi muerta. No puedo salir de la cama. No tengo fuerza.

Conclusiones apresuradas del viaje:

1. Miguel Angel era un contratista del Vaticano y/o del Estado Romano (conclusión *o*uda).
2. Los italianos son gente como me gusta: se gritan, se tocan (este punto es muy importante), se besan, se quieren, se mandan a la mierda, te coquetean y comen sentados.
3. Los italianos son medio sudamericanos: nunca se sabe cuando va a llegar un bus o un tren, y menos en fiestas de fin de año. Y uno se siente más o menos identificado.
4. Me cansé de tanto monumento viejo, esculturas de piedra blanca o fierro negro de caballo con emperador con espada encima, obeliscos de más de 3000, 2000 o 1000 años de antigüedad, frescos y mosaicos. Basta.
5. No estoy fuera de moda con los lentes de marco transparente. En Italia son re-in. No se que pasa en Alemania que nadie los usa así.
6. Me hace falta mucho sol, arena y mar, una fiesta para colarme y porqué no, un par de amigos marihuaneros con los pelos tiesos.

Para el 2009 les deseo a todos ustedes familia querida, amigos queridos, ex-amigos indeseados (eso sin ganas de ponerle mala onda al contenido de este post), lectores fieles, conocidos y desconocidos que pasan por este blog para dejar un "hola" o simplemente para enterarse de la vida de los otros:

Que en este nuevo año tengan toda la energía del mundo para vivir, que se atrevan a lo que no se atrevieron antes, que amen con pasión y sin miedo, que abracen y que los abracen, que les digan mucho que los quieren y que son importantes, que lean sobre cosas nuevas, que descubran música nueva, que hagan amigos nuevos y rescaten a los viejos, que descubran lugares nuevos, que pinten y escriban, que canten en la ducha, que tomen más agua y coman mas hierbas, que hagan más deporte porque es saludable señores, que cocinen nuevas recetas y que inventen las suyas, que usen crema para no verse tan viejos, que cambien de peinado, que no compren lo que no necesitan, que sean más solidarios con quienes menos tienen, que no olviden nunca de dónde han venido y quiénes son, que tengan muchas conversaciones filosofales, que nadie les diga que no pueden porque todo se puede en este mundo, que pidan perdón si han jodido a alguien y que los perdonen de corazón, que bailen mucho y que sobretodo tengan toda la decisión del universo para no cometer los mismos errores del 2008, sino unos nuevos!

Todo eso también me lo deseo a mí misma, klar.

Aquí unas fotitos cumbre del viaje:

Yo creo


Otro sueño hecho realidad


Momento en el que uno siente que todo está bien

¡Felice 2009 a tutti li mundi!

3 comentarios:

carmen dijo...

Eso!!! que este 2009, contra corriente, nuestra expetriencia marque el rumbo y avancemos... te quiero

Rula Mama dijo...

Mariam! te subiste toda esa escalerita para salir al balconcito de la San Pietro?! Que grande!
Coincido totalmente en los puntos 2 y 3. Para mi ir a Roma, es ir a casa de cierto modo!
En cuanto al punto 5, la pediatra de Loli usa los lentes asi tambien. Y en BsAs tambien estan in!

besitos

Alberto Colombo dijo...

Cada dia mas linda usted Mariam...se nota que Alemania le sento muy bien.

Gracias por seguir entre tus blogs favoritos