lunes, 13 de octubre de 2008

Nunca falta alguien que sobra (*)

Yo odio el mundo corporativo y no confío en la gente que ha hecho un MBA, ni en la que quiere hacer un MBA, y menos si son ingenieros. En realidad confío en pocas personas, pero si hubiera de elegir alguien en quien confiar, de quien asesorarme por decir algo, solo elegiría a uno de aquellos si no hablara mucho. No soporto esa gente.

A pesar que la vida en el mundo ingenieril no es fácil, primero porque es un mundo predominantemente masculino en el que no me siento muy bien, y segundo porque la ingeniería requiere una calificación adicional que por lo general se obtiene con experiencia, nunca en mi vida consideraré hacer un MBA y siempre lo cuestionaré de forma fundamental. Desde que entré en la universidad, la cosa del MBA se volvió una moda. Una especie de revolución o solución a las deficiencias técnicas, un reemplazo de habilidades, una traición a la vocación: si no soy bueno en ingeniería, hago un MBA. Me revolvía la panza. Me suena a darle vuelta a la cosa. Tampoco me acuerdo desde cuando empezaron a proliferar esos programas con énfasis en alguna cosa. Se ha vuelto una especie de cualquieraridad de la profesión, ser un MBA ya no te diferencia, no te distingue más. Yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos lo pueden ser y todos pululan por ahí mostrando su cartelito. Y dentro de esas cosas que yo odio está el Marketing, la Publicidad, la Propaganda y el MANAGEMENT. El Management y yo somos enemigos tenaces e intransigentes. Acaso no es el mal Management o la falta de Management (y de sentido común) una de las causas de la malhadada Finanzkrise?

Me gusta la técnica y sus fundamentos y también quería conocer Europa, por eso elegí la maestría que hago, por eso estoy aquí. Y como ya he dicho en alguna parte de este blog, yo voy a un gimnasio. En el gimnasio hay una banda de colombianos de dimensiones perversas. Son como 8. No me comunico mucho con ellos porque yo hago exclusivamente cycling y cosas cardiovasculares y ellos hacen exclusivamente musculación (para volverse grandotes, ya saben). Y ellos tenían un amigo peruano, para mi mal.

Entonces el amigo peruano me abordó finalmente para presentarse y saludarme o para tasarme, quién sabe, y como siempre resultó ser un dolor.

Me saluda: Hola, María como estas, soy fulano de tal. –el nombre se me borró de inmediato–
Yo: hola fulano de tal, que gusto conocerte, me han hablado de ti, ¿de qué ciudad eres? –que perra, si ya me había dado cuenta hace rato–
Fulano: de Lima ¿y tú?
Yo: de Piura ¿cuánto tiempo que estás acá?
Fulano: ya estoy como 4 años ¿y tú? ¿eres nueva por aquí, no?
Yo: ni tanto, estoy desde junio del año pasado.
Fulano: ahhh, mira tú ¿y que haces acá?
Yo: hago una maestría.
Fulano: ¿en inglés?
Yo: no, en alemán.
Fulano: ¿cómo así? –como si fuera imposible, el muy hijo de su madre–
Yo: bueno pues estudié 10 meses de alemán en Perú y como la beca que tengo incluye curso de idioma y Fachsprache, estudié 9 meses más aquí hasta que hice el DSH y el TestDaF. Y así empecé con la Uni.
Fulano: ah manya igual que yo… pero yo estudié un MBA en la universidad de $*&%$# – qué carajo me habrá dicho– en Pensylvania… ¿y qué estudias flaca? -flaca(!?-
Yo: geotecnia e infraestructura, soy ingeniera civil –para mi mala fortuna–
Fulano: ¿en la Leibniz?
Yo: ajá, ahí mismo
Fulano: ¿y en qué universidad estudiaste en Perú ah?
Yo: en la universidad de Piura ¿y tú? –hasta ahí se le podía tolerar al pata–
Fulano: soy ingeniero industrial de la de Lima –ganz typisch
Yo: lo sospeché desde un principio.
Fulano: ¿ah si? ¿por qué, ah? –léase con el acento típico limeño que solo los no limeños podemos notar–
Yo: por nada, es solo por decir.
Fulano: mira, pero la de Piura tiene un MBA muy bueno también, ¿no?
Yo: pues la verdad no me interesan para nada esos temas. YO SOY TÉCNICA –hinchando el pecho–
Fulano: aaaah manya, y ¿extrañas el Perú?
Yo: si claro… sobretodo la comida y la playa, aparte de mi familia.
Fulano: yo también extraño la playa… pucha, yo bajaba con mis patas todos los días a correr tabla, ahí nomás en Miraflores y bueno eso no hay acá pues –pobre infeliz no sabe lo que es una playa con olas de verdad, con agua caliente de verdad y arena blanca y fina de verdad y sobretodo sin contaminar–
Yo: mira tú, a los dos nos gusta la playa –totalmente decepcionada del tipo–
Fulano: pero te iba a decir que acá hay buenos restaurantes también aaaah –como si yo no lo supiera–
Yo: pues yo tengo economía de estudiante, ¿recuerdas? y solo puedo comer la comida mala de la Mensa o en el turco…
Fulano: aaaah si pues, hay que ver el BUDGET ¿no? –que huevón (!)–
Yo: ¿y como así viniste a parar acá? –ustedes saben que hay que ir a la raíz de las cosas–
Fulano: es que como te dije, yo hice un MBA en la Universidad de $*&%$# en Pensylvania, y me especialicé en Marketing y como mi papa es alemán, yo estudié en el Humboldt en Lima y bueno la VW necesitaba gente que DOMINARA esos temas y que hablara alemán e inglés y bueno así llegué acá… –saquen ustedes sus conclusiones–
Yo: qué super…
Fulano: bueno María, me tengo que ir, un gustazo aaaah… pásate por la sala de máquinas para que me des tu teléfono y así te invito un café un día… ¿cuánto tiempo te vas a quedar? -que YO me pase por la sala de máquinas para darle MI teléfono (!?) y lo que yo tomo me lo pago yo misma huevón!-
Yo: media hora más.
Fulano: ah bueno entonces te espero por ahí.
Yo: si, yo paso –pisa tu jabón y resbala!–

Dios mío, perdónalos porque no saben lo que hacen.





Cuando llegué a Alemania me quede una semana en la casa que alquilaban unos amigos latinos, y pues como nunca faltan, habían dos colombianos (aquí hay colombianos como mala yerba) y ellos me presentaron el Show de Andrés López “La Pelota de Letras”. Me dolía la panza de tanto reír. El tipo del gimnasio es un típico de los del videito de abajo. Si lo pueden conseguir el show completo, no se van a arrepentir!



Oigan lean, aaah!

(*) Mafalda

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial post. Hace poco, no mucho la verdad, cumplí 10 años de profesional. Sentando esperando no se qué vi mi carné y ohhh sorpresa me dije "son 10 años un día como hoy 09.10". Paso por mi mente todas las cosas que pensé hacer en esos 10 años, entre ellas la bendita maestría. De esas que cuando empiezas el Decano o quien salga a lavarte el cerebro te dice "bueno, al final de esta maestría lograrán etc etc etc” y agrega “pero también sus parejas los pueden dejar o se divorciaran, lo que implica que las(los) se involucren” etc etc etc. Termine la Mae y comprobé que tenia razón el Decano. Logré ese sueño pero perdí muchos, y además, no cambio mucho mi vida, sólo tenía un pergamino más que engrosaba mi hoja de vida. La maestría te da pero te quita, y creo que demasiado, no se si valga la pena el costo – beneficio. Cuando la terminas ahí estas, y no te queda otra que seguir (sea que la hagas en sudamerica, en USA o la UE). Eres parte del 15% de peruanos de ese 5% que tuvo la oportunidad. La diferencia de ahora en adelante es lo que tienes de inteligencia emocional (¿??), eso es lo que hace la diferencia, además de tus relaciones o las que logres formar. Los pergaminos son papeles que simplemente se van a ver bonitos colgados, pero sin inteligencia emocional no vale nada. Uffff… escribí mucho, pero quería comentar este interesante post… y aunque las colombianas son buenazas (la competencia es desleal dicen) son medias huecas (no se me vayan molestar, jajaja), y si es de elegir, me quedo con una peruana inteligente y bonita siempre!!!!.

carmen dijo...

Que bueno mujer de la generacion X?... tienes un blog que sirve para hacer catarsis... te leo y me divierto tanto como tu, espero...

Miguel Rodríguez dijo...

Yo odio el mundo corporativo y no confío en la gente que ha hecho un MBA, ni en la que quiere hacer un MBA




Chócala.